21/11/08

"¿Donde Estabas Tú?"

Aca algo desde adentro... es de Pedro Lemebel



¿DONDE ESTABAS TU?
Y si te han contado que todo era maravilloso, pendejo, que todos ibamos al Omnium a tomar un coctel con la chasquilla enlacada y usabamos esa ropa estupida que salia en los comerciales. Si te han dicho que esa epoca fue la mas taquillera en esteticas del ropaje, que las nenas eran iguales a la Bolocco con las hombreras Farrah Fawcett, que los chicos bailaban Jackson y Depeche Mode en la disco no se cuanto del barrio alto y se juntaban en el Apumanque a tirar pinta con sus blujines nevados. Que se veian una y otra vez tal pelicula gringa y amabamos "Los Angeles de Charlie". Que todos eramos imbeciles, rubiecitos y danzabamos al compas de las botas. No te la creas pendejo. Porque habia otro Chile, ochentista y allendista, donde ser artesa era buena onda, donde usar lana peruana era disidente y decente, donde oler a pachuli y colorearnos de lila era una contraseña.Porque teniamos que contrarestar a esa patota famosa de la tele miliquera. Entonces, bienvenidos los hippies lanas y las ferias artesanales donde sonaba Silvio, bajito, despacito.Bienvenida la ropa hindu y el pelo largo, bien largo, hasta la cintura, como lo soñaba en mi utopia ochentista.Y fumabamos caños de Los Andes escondidos de los pacos y nos sentiamos protestando por esa mierda chilenosa que a otros gustaba tanto. Tambien estaba el rock. Antes de los Prisioneros siempre estuvo el rock, sobreviviendo a la dictadura bajo las piedras. Por alla Tumulto o Arena Movediza y su rabioso metal zeppelin, replicando disidente en la disco Klimax, de Alameda abajo. Aun no se armaba la contracultura del underground matucanero. Apenas unos cuantos poetas beatnik leyendo sus versos en peñas oscuras. Alli viviamos la pequeña patria proscrita con toda su llorosa y setentona emocion. Y que ademas, los otros estaban Plaza Italia arriba, en derechotas fiestas de trastoque. A ellos no les pasaba nada, no andaban con el poto a dos manos pegando afiches de Neruda. Tampoco bajaban del Bowling porque le tenian asco al pueblo lana que se armaba de molotov en alguna universidad con los ojos rojos de vino en caja. Asi fue, viejo pituquin que ahora quieres instalar tu ochentero recuerdo eunuco, fome y sin causa.Los ochenta comenzaron de abajo, como murmullo de quenas y guitarras tristes. No habia nada que celebrar en esa escena de crimenes y torturas. No habia nada que festejar bajo la pista iluminada del show pinochetero de Don Francisco. Era un pais agrio, amordazado y timido, que veia en la pantalla al acartonado Maluenda vitoriando a sus fuerzas armadas en el show de la una. El viejo hipocrita Maluenda, animador de la cueca uniformada. El mismo que aparece hoy en la pelicula "Tony Manero", casi homenajeado por el director de su remember infantil. Puaj, vomito de copihues era la patria por entonces. ¿Donde estabas tu?, cantaban Los Jaivas, y hoy te pregunto lo mismo directorcito. "Donde estabas tu". Ni aunque hagas mil peliculas de la dictadura se nos olvidara esa cancion. "Donde estabas tu". Hay algo que no viviste, rubiecito, y es tarde para las explicaciones cinematograficas. La memoria es un caracol que se cierra en su concha inexcusable. Ocurrio tal cual, nosotros aqui y ustedes alla, como si no existiera la tirania. Siempre de jarana burbujeando en Tom Collins, en el pub Casamila, en la disco Hollywood y toda esa mierda jubilosa. Nosotros eramos amargos y teniamos susto. Tambien bailabamos, nos volabamos, y a veces estabamos contentos pero con pica. Movilizadamente iracundos. La onda disco sonaba en las radios y en las peñas el canto nuevo.Llegaron los ochenta como un cometa ardiendo la batalla campal, la primera protesta, la movilizacion estudiantil, a desentumir el miedo, mierda. Tambien habia rock, siempre hubo rock y verde macoña urgente. En la tele los señoritos se hacian los rebeldes bailando a Scaramelli, Juan Antonio Labra, Andrea Tessa y otros jamones podridos que mejor no recordar. "Detras de las paredes", guitarreaba un chascon y en un cassette carreteado respiraba Violeta. Asi fueron los comienzos de una decada inolvidable por su contorsion politica. Una decada que estrenaba sus rabias en aquel blindado amanecer.



Pedro Lemebel

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